Ressenya a Crónica del Alba

Durante este largo y etílico deambular, Ralf, en un proceso de autoanálisis, nos irá revelando toda su historia: la infancia en una gabarra con sus padres, su etapa de adolescente, los primeros escarceos amorosos o su definitivo asentamiento en tierra firme. Van Mersbergen nos va dosificando la información poco a poco, haciéndola encajar en el puzzle de forma natural y despertando así la curiosidad de un lector que irá devorando páginas para averiguar todos los detalles que han llevado a Ralf a esta crisis. Por supuesto, no revelaré el núcleo de sus pensamientos ni la raíz de toda esta zozobra familiar cuyos nombres propios son Sara, Maybelle, Alvin y las singulares gemelas Helen y Nettie, una raíz que se plantó veinticinco años atrás. Merece la pena bucear entre las páginas para ir atando cabos.

Sin embargo, que nadie se llame a engaño. Junto a este monólogo trascendental discurre la historia paralela de la narración del carnaval holandés, una historia extremadamente divertida, con camaradas pintorescos, líos fugaces, bailes, amistades para toda la vida (o no), algunas peleas, melancolías pasajeras, episodios memorables y un trasiego sin fin de brebajes estimulantes, licores de hierbas y muchas, muchísimas cervezas.